La vida de Marta estuvo intensamente ligada a la docencia. Pero Marta Giménez Pastor tuvo otra gran pasión: la poesía.

“Después de la muerte de mi padre y con el recuerdo permanente de su amor por las letras, me animé discretamente a hacer mis primeros pasos en la poesía. Además, hubo tres libros claves me impulsaron a escribir: Otoño imperdonable de Maria Elena Walsh, Muerte del Adolescente de Maria Granata y La rosa en la balanza de Leopoldo Marechal. Fueron tres elementos que me llevaron a leer poesía. Así la descubrí y fue el encuentro con el destino de la poesía”

Marta se encontró inmersa en el importante movimiento de vanguardia (1950-1960) Poseía Buenos Aires.

Bajo el ala de grandes poetas, de la mano de poetas amigos como los Fernández Moreno, Raúl Gustavo Aguirre, Rodolfo Alonso,  Jorge Enrique Móbili, Fernando Guibert,  Nicolás Espiro, Edgar Bayley , Marta se lanzó a la intimidad de la escritura. Llena de entusiasmo por esta nueva pasión, en 1948, publica su primer libro de poemas para adultos: “Canciones para el mar y los caminos”, una edición que pagó con su sueldo de maestra.

En 1950 nace otro libro de poemas “Acaso los dos éramos follaje”y en 1953, “Después noviembre”.

“Finalmente las dos vocaciones que había en mi casa, el periodismo y la enseñanza, no me abandonaron y signaron de algún modo mi vida. Yo escribí, fui maestra, me casé con un poeta y periodista, Daniel Viacava y mis hijos intentaron, de alguna manera, seguir caminos afines”.

Junto a su marido Daniel Viacava, poeta y periodista de reconocida trayectoria años más tarde en el diario La Nación, fundan la revista literaria “Trayectoria”.

“Entre diciembre de 1953 y mayo de 1954 dirigíamos “Trayectoria“, un volante de poesía que, por una parte, intentaba ser, con grandilocuente ingenuidad, un testimonio permanente de la poesía argentina”.

Así describieron Marta y Daniel Viacava su revista literaria, que a pesar de su corta aparición atrajo a muchos poetas y estudiosos.

Y en 1959, con su nuevo libro de poemas “El Campeón”, Marta gana el Premio Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (S.A.D.E.)  y ese mismo año publica junto a su marido la “Selección poética femenina 1940-1960

Sin abandonar su trabajo como docente, Marta Giménez Pastor, se encuentra cada vez más presente en el ámbito literario de la época, rodeada de escritores, amigos y de su marido, todos unidos por el amor a la poesía.